La tienda recibe visitas de hombres y mujeres de todas las edades, clases y razas, sin importar su procedencia, ya sean de la ciudad o del interior. Incluso, artesanos, poetas y murguistas se sienten atraídos por este lugar.
La tienda ofrece una variedad de telas, frazadas, acolchados, mantas, almohadones y almohadas, entre otros productos textiles. Los clientes pueden encontrar vestidos, banderas, trajes y disfraces para diferentes ocasiones.
El dueño de la tienda, don Raúl, es conocido por su amabilidad y dedicación hacia los clientes. Él y sus ayudantes se esfuerzan por brindar un servicio personalizado y atento, haciendo que los clientes se sientan cómodos y valorados.
La tienda tiene un ambiente acogedor y festivo, similar al de un carnaval o un partido de fútbol. Los clientes se sienten cómodos y relajados, y las conversaciones se vuelven como salidas de un cuento.
Los clientes se sienten felices y satisfechos al visitar la tienda. Se sienten atraídos por los aromas y colores de los productos, y se dejan llevar por la buena onda que se respira en el lugar.